De Seteníl a Grecia

Estuve en Grecia en 1994, entonces entre por el norte desde Bulgaria, recorrí Tesalónica, el monte Olimpo, cuna de los dioses griegos, los monasterios de Meteora, Atenas y el norte del Peloponeso hasta Patras, donde embarqué para Italia. Me quedó una espina clavada, no visité ninguna de sus maravillosas islas, ni las grandes ciudades de la antigüedad en el Peloponeso como Olimpia, Esparta, Micenas, Epidauro Naplia ni muchas cosas de Atenas donde solo estuve dos días. Era hora de remediarlo.

Decidí en esta ocasión visitar dos o tres islas de las 227 habitadas, (visitarlas todas llevaría una vida, hay más de 6000 entre islas e islotes) dando de lado a las muy famosas como Corfú, Santorini o Mikónos muy masificadas en esta época y centrarme en Zakynthos (la isla de las tortugas), quizás la más verde de todas, con unos acantilados impresionantes y playas muy pequeñas pero encantadoras, con un azul turquesa en el agua que parecía irreal, fruto de las rocas calizas tan blancas que se sumergen bajo ellas y al despredimiento de sulfuros en la disolución. Si ese azul apareciera en mi cámara sin haberlo visto antes, pensaría que la cámara ha sobresaturado los colores.

Mereció la pena, he podido nadar en piscinas naturales, incluso en grutas donde se colaba la luz a través del mar dando aspecto fantasmagóricos a los nadadores, visitar las cuevas azules, comer en lugares encantadores casi con los pies en el agua y degustar los platos auténticos de esta isla. Visité la playa Gerakas, reserva natural y lugar de puesta de huevos de la tortuga marina o  tortuga boba (Caretta caretta), de hasta 160 kilos de peso. Playa que cierra al anochecer, que es cuando las tortugas acuden a poner los huevos. Al amanecer operarios identifican los sitios y los acordonan para no ser pisados.

He visto cantidad de olivos centenarios, casi todos, uno en concreto con mas de 2000 años y cargado de aceitunas en Echo Ora, jamás vi un olivo tan espectacular.

La isla de Elafonisos con unas maravillosas playas, con un mar tan en calma que ni olas se veían. La isla de Poros, donde los pinos llegan hasta el mismo agua sirviendo de parasoles y sin apenas oleaje.

Ya en el Peloponeso empecé por Olimpia donde antiguamente se celebraban los juegos olímpicos y venían atletas de toda Grecia, Esparta rival de Atenas en la antigüedad, patria del rey Leónidas (el de 300) donde tuve el privilegio de pasear completamente a solas al amanecer por el yacimiento de la antigua Esparta, solo encontré cuatro trabajadores en un rincón y nadie cobraba entradas. La ciudad de Mitra a donde se trasladaron los espartanos al comienzo de la edad media.

Como no, mi asignatura pendiente: El reino micénico, del 1600 antes de Cristo, patria de Agamenón, héroe de la guerra de Troya, Naplia y Epidauro con sus claras aguas donde pudimos ver abundantes tortugas marinas comer de las praderas bajo el mar y salir repetidamente a respirar.

La península de Mani, en el sur del Peloponeso, salpicada de casas torres defensivas, secuelas de otros tiempos.

Me sorprendió un pueblo del que no tenía referencia Monemvasia, esta detrás de una gran roca que parece una isla, al acercarte solo se ve una muralla con una puerta en zigzag, atravesándola aparece el pueblo como de la nada, totalmente medieval, solo se puede ver desde el mar del que también lo separa una muralla. Ningún coche puede entrar en el pueblo, los materiales en alguna obra que vi se llevaba en carrillo de mano. Este es un pueblo escondido como lo era antes Setenil, cuando no lo veías hasta que estabas encima.

El impresionante canal de Corinto, proyecto ya desde Alejandro magno y que solo pudo ser terminado en el siglo XIX.

Ya en Atenas pude visitar el barrio del Plaka con su magnifico ambiente de bares serpenteando hacia la Acropolis, la plaza Monasteraki con su bullir de gente siempre, Plaza Simtagma y su cambio de guardia de los ezvones y como no, visitar la Acrópolis. La primera vez que la visité era octubre de 1994 y me ocurrió una anécdota digna de recordar: En un momento ya cerca del Partenón, apareció una multitud de policía acordonando el lugar y expulsando a todo el mundo incluido mis acompañantes, a mi con mi cámara y mi gran objetivo que llevaba al cuello en ese momento, me dejaron dentro, apremiándome con gestos para que me reuniera con otras personas que estaban junto al Partenón, de pronto me vi a tres metros del primer ministro Andreas Papandréu y otras autoridades, junto con otros fotógrafos y cámaras con acreditación, yo sin ninguna(vaya fallo de seguridad). Se celebraba el 50 aniversario de la liberación de Atenas de los nazis, con un evento por todo lo alto, con discursos institucionales, banderas, batallón de ezvones, etc. que aguanté estoicamente sin abrir la boca durante más de una hora, sacando fotos como uno mas de los fotógrafos. Subiré algunas fotos del evento escaneadas de diapositivas.

Otro barrio muy popular es el de Echarquia, con muchos grafitis, algunos espectaculares, engloba un barrio genuino ateniense, donde comimos autentica comida cretense y donde como recibimiento, además de la botella de agua de todos los lugares, nos pusieron una botella de ouzo (orujo griego).

De las varias colinas que salpican Atenas dos son particularmente llamativas, al sudoeste de la Acrópolis, la colina de Filoppapo, cercana a los restos de la prisión de Sócrates y sobre todo la colina de Licabeto al nordeste, con unas vistas espectaculares de toda Atenas y de su puesta de sol sobre la Acrópolis, existe un funicular para su subida, pero es preferible hacerlo andando, en su ascenso existen bares y restaurantes desde los que disfrutar de tomar algo a la puesta de sol, hasta coronar en Iglesia de San Jorge Licabeto.

Me queda en el debe la isla de Creta y alguna de las islas más sonadas, pero ya fuera de temporada.

Isla de Zakynthos. Playa Navagio.
Playa Navagio donde en 1980, el buque Panagiotis naufragó
Zakynthos. Cuevas azules.
Porto Limnionas
Atardecer en puerto Limnionas
Porto Roxa
Playa Xigia Sulfur
Xigia Sulfur. Telaraña con vistas al mar.

Carcavas sobre la playa Gerakas. Reserva natural y lugar de puesta de huevos de las tortugas marinas,  tortuga boba, de hasta 160 kilos de peso (Caretta caretta)
Un reposo en el camino. Michali’s Taverna, colgada sobre los acantilados. Ensalada griega y cerveza alfa.
Echo Chora. Olivo con más de 2000 años de edad y con buena cosecha de aceitunas.
Acantilados de Korakonisi
Korakonisi – Cueva Alitzerini
Cueva Alitzerini. Piscinas naturales.


Keri. Playa Plakaki
Para una cena romántica al atardecer
Filipeo, Olimpia. Mandado construir por Filipo II, padre de Alejandro Magno.
Olimpia. Entrada al estadio olímpico.
Teatro de Esparta. Al fondo la nueva Esparta y las montañas de Mistra.
Monemvasia. Pueblo medieval amurallado detrás de una gran roca, imposible de ver si no es por el mar.
Isla de Elafonisos
Playa Fragos . Isla de Elafonisos. Julio 2023.
Isla de Elafonisos
Puerto de Nauplia, atardecer después de una tormenta.
Micenas, el reino de Agamenón. Puerta de los leones, arquitectura ciclópea.
Micenas. Tesoro de Atreo, se cree que pudiera ser la tumba de Agamenón, durante miles de años fue la cúpula de mayor tamaño.
El teatro de Epidauro, de los mejores conservados, su acústica es excepcional, desde la parte más alta de las gradas se puede oír a los actores hablando en voz baja, incluso el ruido de una moneda al caer, prueba que por supuesto hicimos. En esos momentos estaban preparándolo para una representación.
Utensilios médicos. En Epidauro estaba también el templo de Asclepio donde se practicaba la medicina y venían griegos de todas partes.
Isla de Poros
Playa de Epidauro
La claridad de sus aguas permite ver el fondo a gran distancia
Estas tranquilísimas playas (estamos en julio) nos dio una grata sorpresa, pudimos observar por primera vez tortugas marinas.
Esta, estaba tan cerca que la podía tocar con los pies mientras comían de las praderas marina. El móvil corrió su riesgo.
Pasados unos minutos salían a respirar. Fue todo un espectáculo.
Aquí los gatos son los auténticos reyes.
Al atardecer el mar es una autentica balsa.
De camino a Atenas es obligado hacer una parada en el impresionante canal de Corinto.
Acropolis al atardecer desde la colina de Filopapo, próximo a donde se encontraba la prisión de Socrates,(una de las colinas singulares de Atenas), se puede ver el Erecteon y el Partenon.
Aquí además se ve el odeón de Herodes Antico, donde se celebran espectáculos.
Hacia el otro lado, a nuestros pies el atardecer se extiende sobre la ciudad de Atenas.
Ya de noche, a los pies de la Acropolis es un placer pasear por la biblioteca de Adriano y los alrededores del Agora antigua de Atenas, por donde deambularon Sócrates, Platón, Aristoteles. El Ágora ateniense fue el lugar donde se gestó la primera democracia de la Historia.
Odeón de Herodes Antico, actualmente se está representando la opera Nabuco de Giuseppe Verdi. Arriba a la derecha la colina de Filoppapo.
Subiendo a la Acrópolis nos encontramos el Erecteón con sus celebres Cariátides, columnas con cuerpo de mujer, estas son replicas exactas, las originales están en el museo de la Acrópolis.
Y como no el Partenón, aquí la afluencia de turistas es incesante.

Dionisio en el frontón este del Partenón, bajo la luna. De las pocas estatuas del frontón que se conservan.

Cambio de guardia ante el congreso, Plaza Sintagma, peculiar postura de los ezvones erguidos sobre un solo pie, cual flamencos.
Cambio de guardia ante el soldado desconocido. Los domingos a las once además desfila toda la guarnición de ezvones.
Visita obligada es el museo arqueológico nacional donde hay cosas muy interesantes como esta máscara de oro de Agamenón, aunque en realidad es mucho más antigua (300 años anterior), hacia 1600 años antes de Cristo, encontrada en el yacimiento de Micenas.
O el mecanismo de Anticitera, no se sabe muy bien que es, lo que ha dado lugar a la especulación en programas de misterio. Es un mecanismos con múltiples engranaje, ruedas dentadas (Parece un reloj mecánico suizo) que se cree sirvió para establecer las orbitas de las estrellas y planetas. Es del año 200 antes de Jesucristo.

Arte sobre arte.

En el museo de la Acropolis están las autenticas cariátides del Erecteón
Detalle posterior del trenzado del cabello de las cariátides.

Impresionante columna del templo de Zeus olímpico.

Primer cementerio de Atenas. Me gusta visitar los cementerios de las ciudades, es interesante ver como cada pueblo afronta su relación con la muerte.

Curioso ver como a la entrada del cementerio había una tienda de pasteles mortuorios.
Ascendiendo a la otra gran colina dentro de Atenas, colina de Licabeto, existe un funicular, pero decidí subir andando. A lo largo de la subida serpentean locales de ocio, restaurantes, donde desde unas vistas privilegiadas saborear una comida ante la puesta de sol.
Desde aquí la Acrópolis y el barrio del Plaka se recortan sobre el puerto del Pireo y sobre el mar.
Puesta de sol con Atenas a tus pies. Muchos dicen: tal puesta de sol es la mejor del mundo y yo digo, hay tantos lugares y puestas, esta podría ser de las mejores, estamos en julio, sobre abril calculo que el sol caería por detrás de la Acrópolis, cuna de la civilización occidental ¿Quién la mejorara?
Ya de noche un paseo por el Plaka para cenar y copear. Definitivamente fue buena decisión venir a Grecia.

Algunas fotos del 50 aniversario de la liberación de Atenas en 1994:

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